5.14.2007

Un día más..

Llegar del trabajo y caer tendida sobre una cama todavía fría..
Al pasar de los minutos, me siento adormecida en el silencio de una casa todavía vacía…
Y el tiempo pasa..y el sueño vence…
Pero nada tan exquisito como abrir los ojos al primer sonido de alarma de un teléfono puesto debajo de la almohada y conversar contigo, así, como siempre, como si no hubiera pasado el tiempo desde la última vez que lo hicimos.
Me rescataste de mi estancia de sueños, plantaste suspiros, provocaste sonrisas que no te puedo pagar con nada y me llevaste a otro sueño, ese donde pienso que tenemos una vida comprada, una cama compartida, una taza de café con leche en la mañana, dormir hasta tarde, jugar con almohadas, ese mundo donde la realidad se queda congelada y puedo vivir siempre para ti, donde puedo despertar en las madrugadas y me veo a un lado de ti ocupando la cavidad de tu pecho con la mirada enamorada..
Tengo dos recuerdos tan marcados de nosotros, uno es quizás, el primer día que te vi con esa seriedad que a la vez que me atraías me alejabas, empezando para mi lo que sería el principio de una vida llena de fantasías, de príncipes y sapos, de imágenes de ensueño plasmados en un retrato, de palabras disonantes y divagantes, con aromas tan precisos y particulares y ese es y será siempre mi segundo y gran recuerdo, este lugar que compartimos ya desde hace casi un año y que nos une para siempre, el lugar donde van marcados mucho mas que nuestros intentos por escribir, mas que simples rayones, mucho pero mas que sentimientos.
Te digo hoy.,..Gracias. Por inculcarme una noche la idea de buscar un lugar para dejar guardado nuestros rayones, por no limitarme y crecer conmigo en cada intento de crear una nueva página, por enseñarme que cada día venía envuelto en flores de colores con mariposas que inundaban mi garganta, por pintar cada madrugada con los colores de mi alma, por nuestras ideas parecidas, por haberme escrito una vez unas líneas con tus pensamientos y recibir mi respuesta con afecto, por contarme tus secretos, por esos regalos que intercambiamos durante años, por los consejos que me haces, por criticarme, por tus regaños, por los días de descanso dedicados exclusivamente a mí, por unirte a mis ideas, por darme ánimos en cada proyecto que emprendo, por decidir lo mejor para los dos, y sobre todo por enseñarme que la distancia no esta medida en los kilómetros que nos separan sino en el tiempo que existe entra la última vez que te veo y cuando te veo aparecer de nuevo, por cada uno de estos años, por tu respeto, por tu confianza, por todas estas cosas, te digo gracias…gracias por enamorar así mi corazón

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