Un día cualquiera, una va a lavarse los dientes, se peina, y cuando se mira al espejo descubre una cana.
Una cana.
Un sólo e insignificante cabello blanco entre los millones y millones de cabellos que poseemos, pero que es (qué casualidad!!!) el que más se ve.
Parece de neón, atrapa poderosamente la mirada y, asombrada, te preguntas de dónde salió esa cana, o cómo no la viste antes.
La cosa es que esta ahí.
No significa nada.
Es un pelo blanco.
Nada más.
Pero está, muda pero diciendo todo.
Y una piensa después en esa cana no digamos todo el resto del día, pero sí un buen rato.
"¿Me la tiño? No, teñirme todo el pelo por una cana?"
"¿Me la arranco? NO!! Me salen siete"
"Si me la corto al ras después crece con más fuerza..."
"¿¡YA me salen canas!?"
"Esta es la primera de varias, seguro que tengo más y no me di cuenta..."
"Si me ato el pelo así, con la hebilla que esté lado...."
"Es el stress que me hace salir canas"
"Después de esto, vienen las arrugas"
"¡¡¡Cállate!!! ¿Cuántas más canas quieres que me salgan?".
No, no significa nada.
Pero significa mucho.
Supongo que es el comienzo de un proceso, como cuando salen los dientes, como cuando nos desarrollamos.
Es un pelo que avisa, que advierte.
"No te hagas la loca, ya no estás para esos trotes".
"Actúa con madurez de una vez en tu vida".
Hay gente que no les da bolilla, y que hasta las aprecia, dicen que son el símbolo del crecimiento, de la sabiduría. Yo soy más frívola, lo admito.
Y me vuelvo loca cuando veo una cana.
¡¡Tan loca, que me las arranco!!
Una cana.
Un sólo e insignificante cabello blanco entre los millones y millones de cabellos que poseemos, pero que es (qué casualidad!!!) el que más se ve.
Parece de neón, atrapa poderosamente la mirada y, asombrada, te preguntas de dónde salió esa cana, o cómo no la viste antes.
La cosa es que esta ahí.
No significa nada.
Es un pelo blanco.
Nada más.
Pero está, muda pero diciendo todo.
Y una piensa después en esa cana no digamos todo el resto del día, pero sí un buen rato.
"¿Me la tiño? No, teñirme todo el pelo por una cana?"
"¿Me la arranco? NO!! Me salen siete"
"Si me la corto al ras después crece con más fuerza..."
"¿¡YA me salen canas!?"
"Esta es la primera de varias, seguro que tengo más y no me di cuenta..."
"Si me ato el pelo así, con la hebilla que esté lado...."
"Es el stress que me hace salir canas"
"Después de esto, vienen las arrugas"
"¡¡¡Cállate!!! ¿Cuántas más canas quieres que me salgan?".
No, no significa nada.
Pero significa mucho.
Supongo que es el comienzo de un proceso, como cuando salen los dientes, como cuando nos desarrollamos.
Es un pelo que avisa, que advierte.
"No te hagas la loca, ya no estás para esos trotes".
"Actúa con madurez de una vez en tu vida".
Hay gente que no les da bolilla, y que hasta las aprecia, dicen que son el símbolo del crecimiento, de la sabiduría. Yo soy más frívola, lo admito.
Y me vuelvo loca cuando veo una cana.
¡¡Tan loca, que me las arranco!!
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