En mi ciudad hace algunos años (mas o menos muchos años), solo existían tres lugares donde los jóvenes se reunían después del colegio. La fuente de soda del Río Lama, la de Beco y La Nova70. De esos tres, solo uno ha permanecido aún activo aunque ya dejó de ser un lugar para jóvenes y en su lugar sigue siendo el punto de encuentro de aquellos “pavos” de antaño. Recuerdo lo que era costumbre pedir cada vez que salíamos de clases, lo rutinario, lo de moda era la Coca Cola y las papas fritas. Una enorme bandeja de papas fritas que se bañaba con Ketchup. Y es que nosotros en esa época no contábamos con esa liquidez monetaria que tienen los muchachos hoy en día…nuestro capital cuando mucho nos alcanzaba para ir al cine los lunes que era a mitad de precio o en ir en el carro de alguien al autocine. Uff!! El autocine…que de recuerdos. Se veían mas películas dentro de los autos que en la misma pantalla grande y no faltaba el que se “coleaba” sin pagar en las maleteras. Los muchachos de los 80 eramos “autocineros”. Muchas leyendas rondan en esas escapadas de automóvil ¿Cúando podremos ir de nuevo en pijamas a un cine? Una de tantas costumbres de estos cines era tocarle corneta a los carros que llegaban una vez que ya se había iniciado la película, o cuando la imagen se dañaba en el proyector. Lo divertido era que se podía uno llevar la cena y hasta un colchón en la parte de atrás de una camioneta para verlo como si fuera desde la cama...pero eso ya no existe.
Hoy en día mi ciudad tranquila, apacible, donde salir en carro era un placer atravesarla de largo a largo en solo quince minutos, se ha convertido en una “maraña” de carros que no consiguen moverse con facilidad. Las edificaciones donde antaño pasábamos nuestros ratos libres se han ido esfumando para dar paso a la llegada de estos nuevos dinosaurios arquitectónicos que ostentan mucho lujo y mucho brillo pero les falta aquel calor que se sentía en los anteriores. Ahora los centros comerciales de gran magnitud han surgido desde los cuatro puntos cardinales y grandes masas de gente se desplazan para visitarlos.
El C.C.C Las Trinitarias, El Sambil, El Metropolis, Babilom, CCC Ciudad Paris, son algunos de los mas frecuentados por contar con los servicios buscados por la mayoría. Los estacionamientos con que cuentan son de varios pisos y en muchos casos son del mismo tamaño que el establecimiento en si. Los jóvenes que frecuentan esos lugares cuentan con mucho mas dinero que el que usarían para comprar unas papas fritas y un refresco y llevan consigo mas microchips y transistores que Arturito en la Guerra de las Galaxias.
Lo moderno, la tecnología y todos esos sueños de adelanto futurístico nos alcanzó. Antes, escuchábamos música en “cassettes” y nuestros equipos portátiles eran unos armatostes enormes que llevábamos a cuestas. Nuestras fiestas las armabamos con bombillos de colores y bolas que giraban y las bebidas alcohólicas no abundaban excepto alguna botella llevada de comtrabando (Hoy en día sin una caja de cerveza minimo no hay fiesta) . Para comunicarnos con nuestra casa era necesario llevar monedas para usar algún teléfono público. ¿Una cámara de video? ...Ja! cuando mucho el “yupi” hijo de papá tenía el sueño de todos nosotros...una cámara Polaroid de fotos instantáneas para no tener que esperar semanas para ver los resultados. Y de paso, nuestras salidas eran limitadas hasta cierta hora, después de las 10 pm ya podía ser motivo de un castigo seguro y eso sin contar que para salir había que participarlo por escrito y con 15 días de anticipación (Esto ya es exageración mía pero algo así sucedía)
Hoy lo común es usar los MP3, los MP4 y estoy segura que luego será el 7..8..y quien sabe que mas, algo así como la película de Rocky. Y no creo que exista en mi ciudad algún joven de mas de 12 años que no tenga un celular, aunque sea robado.
Cuando uno va de paseo a estos centros comerciales, se pueden ver muchachos de todos los tamaños y colores hasta altas horas de la noche y es que resulta que para muchos padres estos lugares son algo así como una guardería publica. Los dejan ahí y se van a ocuparse de otras cosas hasta que vuelven por sus hijos horas mas tarde. Ahí ellos pueden comer, beber, jugar, ir al cine o solamente encontrarse con su grupo de amigos, lo que evita a la abnegada madre tener que recibirlos en su casa y sufrir el martirio de atenderlos.
El C.C.C Las Trinitarias, El Sambil, El Metropolis, Babilom, CCC Ciudad Paris, son algunos de los mas frecuentados por contar con los servicios buscados por la mayoría. Los estacionamientos con que cuentan son de varios pisos y en muchos casos son del mismo tamaño que el establecimiento en si. Los jóvenes que frecuentan esos lugares cuentan con mucho mas dinero que el que usarían para comprar unas papas fritas y un refresco y llevan consigo mas microchips y transistores que Arturito en la Guerra de las Galaxias.
Lo moderno, la tecnología y todos esos sueños de adelanto futurístico nos alcanzó. Antes, escuchábamos música en “cassettes” y nuestros equipos portátiles eran unos armatostes enormes que llevábamos a cuestas. Nuestras fiestas las armabamos con bombillos de colores y bolas que giraban y las bebidas alcohólicas no abundaban excepto alguna botella llevada de comtrabando (Hoy en día sin una caja de cerveza minimo no hay fiesta) . Para comunicarnos con nuestra casa era necesario llevar monedas para usar algún teléfono público. ¿Una cámara de video? ...Ja! cuando mucho el “yupi” hijo de papá tenía el sueño de todos nosotros...una cámara Polaroid de fotos instantáneas para no tener que esperar semanas para ver los resultados. Y de paso, nuestras salidas eran limitadas hasta cierta hora, después de las 10 pm ya podía ser motivo de un castigo seguro y eso sin contar que para salir había que participarlo por escrito y con 15 días de anticipación (Esto ya es exageración mía pero algo así sucedía)
Hoy lo común es usar los MP3, los MP4 y estoy segura que luego será el 7..8..y quien sabe que mas, algo así como la película de Rocky. Y no creo que exista en mi ciudad algún joven de mas de 12 años que no tenga un celular, aunque sea robado.
Cuando uno va de paseo a estos centros comerciales, se pueden ver muchachos de todos los tamaños y colores hasta altas horas de la noche y es que resulta que para muchos padres estos lugares son algo así como una guardería publica. Los dejan ahí y se van a ocuparse de otras cosas hasta que vuelven por sus hijos horas mas tarde. Ahí ellos pueden comer, beber, jugar, ir al cine o solamente encontrarse con su grupo de amigos, lo que evita a la abnegada madre tener que recibirlos en su casa y sufrir el martirio de atenderlos.
Pero después de todo eso que he dicho si alguien me pregunta si yo hubiera deseado nacer en esta época del DVD, del IPOD, del MP4, etc, no dudaría en decir que prefiero de nuevo nacer en el lugar donde conseguir dinero para salir a comer papas fritas (aunque se tuviera que “martillar” a la gente para conseguirlo) era divertido, o cantar en los jardines de las casas de los amigos tocando guitarra por no contar con algún equipo fácil de trasladar hasta ahí, una época en donde "La guerra de las Galaxias" fue lo único cercano a los adelantos tecnológicos y los sueños se tejían por montones en las casas de nuestros vecinos.
Pero eso si…..si me dijeran que puedo elegir donde ir a volver a nacer, sin pensarlo dos veces diría que prefiero la época de Jhon Travolta en “Vaselina” pero por favor..
¡¡Dejen que me lleve mi computadora con Internet. !!!
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